El otro día ví la película Wild, lo que más me llamó la atención fueron las frases que iban apareciendo durante la peli, y así comenzamos esta historia: "con kilómetros que faltan por recorrer".
Este verano fue de muchas aventuras, y no puede faltar la aventura con la familia. Nos fuimos al sur de la región llegando a Caleta Tortel y Cochrane.
Luego de el fallido ascenso al Cerro Castillo, me reuní esta vez con MIA FAMILIA (con tono de mafioso italiano), en Villa Cerro Castillo, para continuar con las vacaciones.
Primera parada: Puerto Bertrand. Destino obligado, ya que apenas poner un pie, quedas con la boca abierta. Este pequeño pueblito tiene como fondo principal el Lago Bertrand y el Río Baker (el más correntoso del país).
Hay zonas de Camping en el pueblo mismo, y a un par de kilómetros hacia el sur. Miles de actividades en torno al Río. Durante el verano hay Fiestas Costumbristas en toda la región y no es una excepción aquí en Bertrand, donde el asado Patagón se comparte con todos los visitantes, 0J0: gratis!!
Un par de días en Bertrand y seguimos la ruta hacia el sur.
Caleta Tortel: Ubicada a 460 kms aprox. de Coyhaique, y no son 400 kms en 4 o 5 horas. Las rutas de la región son de ripio en su mayoría, caminos muy angostos y sinuosos en algunos sectores, no es llegar y subirse a una 4x4 y plafff lleguemos rápido. Los lugareños no son muy prudentes al conducir, por eso hay que andar con calma y disfrutar del paisaje, que en todas partes les dará más de alguna sorpresa.
Esta caleta se caracteriza por sus pasarelas de ciprés, ya que esta construida alrededor de cerros de difícil acceso. Existen alrededor de 7 kms de pasarelas, que le dan el rango a esta caleta de "Monumento Nacional".
Esta caleta se caracteriza por sus pasarelas de ciprés, ya que esta construida alrededor de cerros de difícil acceso. Existen alrededor de 7 kms de pasarelas, que le dan el rango a esta caleta de "Monumento Nacional".
Pueden encontrar servicios básicos, como caja vecina, mucha oferta gastrónomica, paseos en bote por la Caleta, una visita a la Isla de los Muertos y excursiones al Ventisquero Steffen, perteneciente al Parque Nacional Bernardo O´Higgins- Campo de Hielo Sur.
Y como última parada: Cochrane y su maravilloso Lago. De regreso por la ruta, saliendo hacia el norte desde Caleta Tortel, nos encontramos con Cochrane, una localidad que tiene como principal atractivo el Lago Cochrane.
Sólo teníamos intenciones de conocer la ciudad y la Reserva Nacional Tamango, pero como andábamos con la guagua de la casa, nuestra perrita, no nos dejaron entrar al camping de la reserva. Desde la entrada de la Reserva a menos de 100 metros un letrero desteñido, donde se alcanzaba a leer camping, pasamos la tranquera y un lindo camping asomaba, con mesitas, un muelle, varios botes. Mientras estacionábamos apareció, un amable joven Cochranino con su típico acento, Bienvenidosss!!! y ahí mismo empezamos a armar la carpa. Mi papá bueno para conversar, se fue con el joven a mirar el muelle, mientras con mi hermana rápidamente armábamos la carpa, y mi madre miraba. 20 Minutos y listo.
Por la módica suma de $4.000, teníamos sitio para dormir, un fogón, baños y duchas, con agua fría, pero ducha al fin y al cabo. Salen los mates, y el joven simpático como buen empresario, nos ofrece una vuelta en bote, a lo que obviamente accedimos. ( esta suma no es tan módica, $25.000 por los 4, pero todo es conversable en la vida).
Ya eran pasado las 19:00 y el sol aún no se escondía, así que con perrita al hombro arriba del bote.
No avanzamos ni 5 minutos y el color del agua era impresionante, transparente total, para pasar en un sin más a un color que describo mmm, como azul pato purific, de esas pastillas que se ponen en el baño. Un azul oscuro que no dejaba de ser transparente, el fondo a unos 6 metros, se veía claramente.
Luego de unos 20 minutos río arriba, nos bajamos en un muelle, donde el joven simpático nos dice que debemos caminar, ya que desde ahí el río tiene unos pequeños rápidos y es difícil pasar con el bote muy pesado ( si estábamos algo gorditos, pero nunca para tanto). Así que él se fue en el bote, para esperarnos en el próximo muelle, después de los rápidos. Así que nos adentramos por el sendero, parte de la Reserva, y caminamos por el bosque larai larai por unos 15 minutos, hasta que nos reencontramos con nuestro botecito, desde ahí 15 minutos más y...... aleluya llegamos al Lago. Como hacia mucho calor el Lago estaba planchado ( típico dicho de la patagonia, para referirse al estado del Lago, esto es, que el lago estaba calmo, ni una brisa, nada).
Ya de vuelta, el sol despedía el día. Un lugar más en la lista de VOLVER.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario